Cuando vayan mal las cosas
como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino
solo cuestas que subir;
cuando tengas poco haber
pero mucho que pagar
y precises sonreír
aún teniendo que llorar;
cuando ya el dolor te agobie
y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes,
¡pero nunca desistir!
Tras las sombras de la duda
ya plateadas, ya sombrías
puede bien surgir el triunfo,
no el fracaso que temías;
y no es dable a tu ignorancia
figurarse cuan cercano
puede estar el bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.
¡Lucha!, pues por más que tengas
en la brega que sufrir;
cuando todo esté peor,
¡más debemos insistir!
Rudyard Kipling
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